De pronto no encontraran –hasta el momento- relación entre mis primeras entradas en este blog –que estaban dedicadas a Granada, sus restaurantes, su historia, etc.- con mi nuevo interés en investigar sobre la intención de los restaurantes árabes en Cali. Sin embargo, considero que las primeras entradas son valiosas y me ayudaran al desarrollo del proyecto, pues el fenómeno que está ocurriendo en Granada, es sin duda algo parecido a lo que ocurrió en los países árabes: una transformación de mentalidad ante la gastronomía.
La “Nouvelle Cuisine fue un proceso iniciado por Chefs franceses, en los que sin perder los sabores e ingredientes tradicionales de su cocina, se interesan por la presentación de los platos, el balance alimenticio de estos, y la forma de llevarlos al comensal.
En Colombia –y en Granada- está ocurriendo este proceso, pues los chefs del país se están interesando por volver a las raíces de la cocina colombiana, rescatando ingredientes y recetas representativas del país, pero enfocándose en la preparación y presentación del plato final.
Sin embargo, este es un proceso que toma tiempo asimilar, porque la tradición colombiana, ha preferido la cantidad sobre la calidad y presentación de los platos. En otras palabras, aquí el común de la gente prefiere un plato atiborrado de alimentos –y muy económico, claro – que presentación, calidad, servicio, entre otros aspectos.
Granada sirve de ejemplo para mostrar cómo se está evolucionando y rompiendo esos antiguos paradigmas en cuanto a la gastronomía colombiana hay; y estos paradigmas pueden ser precisamente, una de las razones por las que el enfoque e intención de la gastronomía árabe, pueda resultar extraño para los comensales de Cali.
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